LA ENFERMEDAD DE RYANAUD Y SUS SINDROMES DESDE LA MTC

La enfermedad de Raynaud

 

La enfermedad, o el fenómeno, de Raynaud es un desorden paroxístico-presenta una

exacerbación o una intensificación repentina y periódica de los síntomas- que afecta las manos y/o, de forma menos frecuente, los pies. Es debido a una vasoconstricción de las arterias y las arteriolas, con ataques repentinos de palidez y frío en los dedos que pueden durar desde unos pocos minutos hasta más de una hora. Suele afectar principalmente a las mujeres de menos de cuarenta años y focaliza principalmente en los tres dedos  centrales, de manera que empieza por la punta de uno o dos de ellos y se extiende a todo el dedo para continuar con los otros, aunque raramente afecta al pulgar, hay que decirque entre episodios las manos presentan una apariencia normal y que los ataques aumentan tanto en frecuencia como en severidad en condiciones de frío ambiental. Si la enfermedad se cronifica, puede producirse una atrofia de la piel e, incluso, úlceras en la punta de los dedos y pequeñas áreas de gangrena.

La enfermedad de Raynaud es una enfermedad autoinmune que la medicina china no

posee en su catálogo clásico, pero que la clasifica como un patrón de impedimento;

concretamente, un impedimento de los vasos o un

impedimento del frío.

 

- Acumulación de frío vacío

- Calor tóxico derivado de una estasis de sangre

- Vacío del Qì con estasis de sangre

- Vacío de la sangre con frío en la sangre

- Vacío del yáng del bazo y del riñón

- Vacío del yīn con calor vacío

 

Un vacío del yáng implica un desarreglo en las funciones de

calentamiento), de movilización de transformación y de defensa del yáng Qì. Este patrón puede generarse a partir de una insuficiencia del Cielo anterior o deficiencia

congénita-, debido a enfermedades crónicas  o a un frío perverso que daña al yáng (por ejemplo: los alimentos crudos y fríos -tanto de

temperatura como de naturaleza- consumidos inadecuada e inmoderadamente tienden a dañar el yáng del bazo y, por extensión, el del riñón). Suele afectar a personas con una

constitución débil y a las de edad avanzada y con un organismo debilitado, pero también puede aparecer en el transcurso de enfermedades de larga duración y, a cualquier edad,

en personas sujetas a dietas inadecuadas y aberrantes.

Un vacío del yáng genera frío interno, de manera que este patrón también recibe el  ombre alternativo de frío vacío. Y si el yáng está vacío, la función de calentamiento del yáng Qì queda dañada y, por extensión, teniendo en cuenta que el Qì forma parte de la esfera del yáng, también quedarán mermadas las

funciones de movilización, contención y transformación del Qì; de manera que un vacío del yáng comporta signos propios de un vacío del Qì a los que se añaden signos de frío interno. Los signos generales y específicos de un vacío del yáng son:


Aversión al frío manos y pies fríos, extremidades hinchadas, micciones claras y abundantes, micciones nocturnas frecuentes, debilidad del deseo sexual, impotencia,infertilidad por frío en el útero, una cara pálida, una lengua pálida  con la saburra blanca y un pulso profundo y lento  o débil. En el caso específico de la enfermedad de Raynaud, se manifiesta además con una piel pálida y moteada de los dedos, con entumecimiento y dolor, y con una sensación de frío y dolor articular (falanges).

Los métodos de tratamiento adecuados son calentar el yáng y disipar el

Frío y activar la sangre y liberar los colaterales.

 

Tanto un estancamiento del como un vacío del mismo o el calor en la sangre o incluso el frío en la sangre pueden  generar una estasis de sangre y suelen ser los responsables principales de  este patrón. Una estasis de sangre hace referencia a una ralentización del flujo de la  sangre, a un estancamiento local de la sangre en los vasos, o a una acumulación local de sangre fuera de ellos.

Una estasis de sangre a nivel de los miembros y de la piel puede expresarse con tumefacciones dolorosas de color morado, puede acompañarse de una lengua roja y de un pulso de cuerda o rugoso.  

 

 

Un estancamiento del Qì,  puede dar lugar a una estasis de sangre; y aquél, básicamente, se produce por causas emocionales tales como la ira, la depresión, la frustración o el estrés. Cuando una persona vive constantemente en situaciones como las citadas, la movilidad de su Qì acaba viéndose afectada, se ralentiza y/o se estanca y, como consecuencia, también lo hace la circulación de la sangre.

 

Esta última depende de la fluidez que proporciona el Qì del hígado. Si éste está estancado, la consiguiente inhibición del mecanismo del Qi impedirá que el flujo de sangre sea el habitual; si ésta se ralentiza hasta el punto de estancarse y no avanzar, congestionará los vasos para formar una estasis de sangre. Por consiguiente, tanto los dedos de las manos como los de los pies pueden verse afectados por ello y, en el caso de la enfermedad de Raynaud, se manifiesta con una intermitencia de frío y palidez en los dedos de las manos y/ o de los pies, que van adquiriendo progresivamente una tonalidad cianótica y que se acompaña de entumecimiento y de un dolor lacerante que se alivia con la aplicación de calor (el calor reactiva la circulación). Podemos encontrar un pulso filiforme y débil.

Los métodos de tratamiento apropiados son suplementar el Qì y calentar el yáng y movilizar el Qì, activar la sangre y liberar los colaterales para ello.

 

Un vacío de la sangre suele aparecer tanto en mujeres jóvenes (las menstruaciones y la gestación suponen un ‘dispendio’ de sangre), como en los ancianos (cuya capacidad de generación de la sangre está en pleno declive). Así, un vacío de la sangre puede desencadenarse a partir de que la sangre no se genere en cantidad suficiente; lo que puede suceder, por ejemplo, si el bazo es deficiente y no produce suficiente Qì.

Es por ello que una alimentación adecuada, una buena digestión y una buena asimilación de las esencias de los alimentos impiden alcanzar este punto, al cual también podría llegarse a partir de hemorragias crónicas de pequeñas cantidades de sangre. Si hay un vacío de la sangre, ésta no podrá desarrollar adecuadamente las funciones de construir y nutrir y de enriquecer y humedecer el conjunto del organismo. Por otra parte, una penetración de frío externo  puede invadir el aspecto sangre o bien una abundancia de frío interno -a causa de un vacío del yáng pueden generar un frío en la sangre y perturbar la circulación de la misma. Hay que tener en cuenta que para transitar adecuadamente, la sangre necesita de un cierto grado de tibieza; si no lo tiene, se enfría y, como consecuencia, su circulación se ralentiza y, de la misma manera, los vasos sanguíneos se contraen para perjudicar a la circulación del líquido sanguíneo. En este cuadro, la enfermedad de Raynaud se expresa con unos dedos fríos y pálidos, situación que se exacerba tanto por exposición al frío como a partir de estímulos emocionales, se agrava durante el invierno y se alivia en verano. La lengua es pálida y el pulso filiforme y lento.

Los métodos de tratamiento adecuados son nutrir la sangre y

transformar la estasis y calentar los canales y disipar

el frio.

 

 

Ante un vacío del yáng Qì, las funciones de calentamiento de movilización y de transformación del Qì quedan dañadas, con lo cual se debilitan las actividades funcionales del organismo y se genera frío a causa del vacío del yáng. Este patrón se caracteriza por presentar signos tanto de un vacío del yáng del bazo como de un vacío del yáng del riñón. De hecho, el vacío de uno conduce al del otro y viceversa; Éste se manifiesta mediante aversión al frío un dolor frío en las lumbares y las rodillas, hinchazón por agua o edema, particularmente pronunciada en la parte inferior del cuerpo, piernas y cara hinchadas, vómitos, diarrea lientérica, diarrea crónica o bien diarrea de las cinco de la madrugada conocida como “diarrea del canto del

gallo”, debilidad del deseo sexual, impotencia, infertilidad, fatiga y falta de fuerza

extremidades frías manos y pies fríos. micciones claras y abundantes y frecuentes, nicturia pesadez de la cabeza, ausencia de sed, una cara pálida, una lengua pálida, agrandada, con marcas dentales en los bordes  y con la saburra lingual blanca y un pulso profundo, lento y débil En la enfermedad de Raynaud, un vacío del yáng del bazo y del riñón se manifiesta con una palidez persistente de los dedos, además de entumecimiento y dolor, y una sensación de extremidades heladas. La palidez puede convertirse en enrojecimiento, o bien la piel puede continuar pálida o, incluso, volverse cianótica.

Los métodos de tratamiento apropiados son calentar y suplementar el

bazo y del riñón y disipar el frío y liberar el estancamiento.

 

 

Cuando el yīn está vacío, la relación yīn-yáng se desequilibra en favor de este último y, dado que el yáng representa el calor fisiológico del organismo, este desequilibrio en favor del yáng supone un calor interno patológico que en medicina china se conoce como ‘calor vacío por el hecho de que se genera a partir de un vacío del yīn. Un calor vacío es un patrón que suele surgir a partir de enfermedades crónicas (en las enfermedades de larga duración el yīn se consume fácilmente.

Los signos generales de un calor vacío son: fiebre cíclica, calor y malestar en los cinco corazones, adelgazamiento, garganta seca y sed  transpiración ladrona -o nocturna- , tos seca, vértigo y acufenos, insomnio y sueños abundantes, debilidad y dolor de lumbares y de rodillas emisiones seminales, una lengua roja y poco húmeda y un pulso, básicamente, filiforme y rápido.

 

En este cuadro, la enfermedad de Raynaud se manifiesta con unas extremidades frías y  pálidas, situación que se agrava durante el invierno; además, se produce un dolor lacerante en los dedos y un eritema edematoso en las manos. Los métodos de tratamiento apropiados son nutrir el yīn y clarificar el calor y activar la sangre y liberar los colaterales.

 

 

Información obtenida de https://www.medicinachinahoy.com/ articulos del 2021